La Terapia Cognitivo Conductual (TCC) es un enfoque psicológico basado en la idea de que nuestros pensamientos, emociones y conductas están interconectados. Se trabaja para identificar patrones de pensamiento negativos y distorsionados que influyen en cómo nos sentimos y, en consecuencia, en cómo actuamos. 

Una vez identificados, tratamos de desmontarlos y sustituirlos por otros más adaptativos, además de hacer, de forma paralela, un trabajo de gestión emocional mediante técnicas de relajación y ejercicios prácticos. Es una técnica especialmente efectiva para abordar problemas como la ansiedad, la depresión, el estrés o las fobias.